sábado, 2 de octubre de 2010

Hace siglos también estaban en la luna de Valencia...

Os voy a contar una anécdota-leyenda sobre la Luna de Valencia.
Hace ya unos cuantos siglos, cuando las torres de Serrano aun delimitaban la ciudad de Valencia, las parejitas de enamorados se quedaban por las noches a ver la luna anaranjada bajo el cielo estrellado.

Toda esa carretera, como podéis ver bien en la foto, no estaba asfaltada (qué lista soy...), y por alrededor de Valencia habian campos y caminos que llevaban a otras ciudades y pueblos. La cuestión es la siguiente: las parejitas salían fuera de las murallas a contemplar la luna anaranjada...
La leyenda popular dice que era tan hermosa que los jóvenes perdían la noción del tiempo y se quedaban encerrados fuera, pero todos sabemos porqué no volvían a tiempo a pasar la muralla... Total, que cuando cerraban la puerta de las torres por la noche, la gente se quedaba fuera a observar la luna. 
Qué bonita tenía que ser para que tanta gente se quedara fuera... Lo cierto es que, atendiendo a razones, debo decir que es preciosa... Es algo digno de contemplar, y no en una simple fotografía, sino en vivo y en directo... Sale muy pocas veces, normalmente suele ser por las fechas de los equinocios y solsticios... Cuando el sol se pone y el cielo empieza a oscurecer ya bastante, se ve una gran bola naranja en el horizonte, erguida a lo lejos y reflejada en las aguas mediterraneas... Es digno de contemplar.

Un castillo que anda... ¡Anda!

¡Hola a todos! Os traigo la primera reseña del blog. Seguramente penséis que voy a hablar del último libro que me he leído, tal vez de estos tan "interesantes" que se han puesto hace poco de moda. ¡Pues no! Personalmente, esta moda de vampiros em... como lo diría... que se pueden dejar en exposición a la luz del sol, no me va nada.
Os traigo un resumencillo de EL CASTILLO AMBULANTE, una novelita de fantasía que me encantó nada más leerla.
Sinceramente, no es que la escritora sea un autentico hacha a la hora de la narración, sin embargo puede conseguir que te quedes embobado mientras pasas las páginas de sus libros. 



TÍTULO: El Castillo Ambulante
TÍTULO ORIGINAL: Howl's moving castle
GÉNERO: Fantasía "surrealista"
AUTORA: Diana Wyne Jones
AÑO DE PUBLICACIÓN: 1986
Nº DE PÁGINAS: 344
TRADUCTOR: David Cruz Acevedo
EDITORIAL: Berenice
ARGUMENTO: En el fántastico país de Ingary, Sophie Hatter, la mayor de tres hermanas, se ve obligada a quedarse con la tienda de su padre cuando él muere. Al no haber suficientes igresos, la mediana debe irse a vivir con una maga, mientras que la pequeña tiene que aprender el oficio de panadera.
Sophie siempre ha creído que la suerte no la acompañaba, no se cree guapa y tampoco muy lista. Pero su suerte cambia cuando la bruja del páramo la convierte en anciana a causa de un hechizo. Entonces, Sophie acude al castillo Ambulante del gran mago Howl, un apuesto mago que tiene fama de comer los corazones de las jóvenes hermosas.
Sophie corre una serie de aventuras mágicas y hermosas hasta que la historia desenlaza.

OPINIÓN PERSONAL: Es un libro fácil de leer; la gente a la que le guste la fantasía lo puede considerar muy entretenido y digno de tenerlo en la estantería pues, aunque no lo parezca, Wyne Jones crea un ambiente idóneo para dicha aventura, los personajes están muy bien elaborados y, cómo no, es una historia maravillosamente tejida, como si de un telar se tratase. 


DETALLES ADICIONALES: Hayao Miyazaki, ganador de un Oscar por EL VIAJE DE CHIHIRO, tiene su propia versión de EL CASTILLO AMBULANTE, la cual fue nominada al Oscar en el 2006. La banda sonora es maravillosa, así que, aunque no queráis ver la película antes del libro (lo que me pasa a mí, porque le quita la intriga), os animo a ponerla en youtube, porque es una melodía que crea un ambiente tan irreal y mágico que se podría considerar una auténtica obra maestra y, no sólo la banda sonora de la película, sino de la historia en sí.
Os dejo el link de youtube:
http://www.youtube.com/watch?v=SBnN-eijUIg&feature=PlayList&p=453C7BFB907454D9&index=0&playnext=1
El libro tiene dos continuaciones: EL CASTILLO EN EL AIRE, que no es sino un libro ambientado en Ingari, aunque con los principales personajes de "EL CASTILLO",  que aparecen como secundarios (como mucho); y HOUSE OF MANY WAYS, que aun no ha salido en español, y estoy esperando a que la librería me lo traiga en ingles... Pero, según dicen, parece más la continuación del castillo ambulante.




Seguiré escribiendo, un saludito ^^

jueves, 30 de septiembre de 2010

El espíritu del bosque

 Voy a poner el primer relato. La verdad es que lo escribí para el juego de un foro, y ahora lo subo aquí. Espero que os guste:


Sumergirse entre las sombras de un bosque puede llevar más de lo esperado. Tal vez porque es tan profundo como un sentimiento; tan grande como una pasión… Tan irreal como un sueño. Sí… El bosque es extraño. Asombroso. Complejo.
Uno no puede desentrañar su secreto así, sin más. Debe descubrirlo poco a poco; quedar interno entre las hojas. Dejarse llevar por el aroma de la  hierba… Por el sonido del agua galopar. Escuchar el clamor de los pajarillos… Y con eso, de lo único de lo que será capaz es de asimilar que vive entre las ramas de una condena.
Porque, bien pensado, descubrir ese secreto conlleva cierta responsabilidad. ¿O no? ¿Dejarías que se desperdiciara? Aquellos que lo conocemos debemos protegerlo, evitar que caiga en manos que no sabrían apreciarlo.
De pequeña pasaba todas las tardes bajo la sombra de un bonito roble. Saboreaba el aroma de los arbolillos; el gusto del agua del riachuelo.
Tal vez me embelesara demasiado con el tintineo de las golondrinas al decirme que era hora de regresar… Nunca quería marcharme de mi paraíso. Del Edén.
Pero siempre, la línea del horizonte limitaba mi línea de sombra, a la que tenía que volver cuando el sol se escondía y la luna asomaba la nariz.
Y al volver a casa, me sentaba frente al piano y tocaba tristes notas que me salían desde lo más profundo del corazón. Porque estaba triste. Porque el bosque lo era todo para mí.
Había sido mi amparo. Mi consuelo. Tal vez el pañuelito en el que sequé mis lágrimas.
¿Por qué? Pues, si tienes un momento, te lo explicaré.
Todo comenzó una fría mañana de noviembre. El viento silbaba con fuerza, y mecía con su canto a las hojas secas y desprendidas de los árboles adormilados. Se acercaba el invierno. Y todo eran hielo y brumas.
Salí corriendo del colegio. No quería toparme con aquél descortés niño que me había estirado del pelo… Magullado las rodillas y retorcido el brazo.
Yo lloraba hasta más no poder. Me sentía desamparada. Desprotegida.
No podía volver a casa por el mismo camino. Esteban me seguiría, estaba segura. Me haría el trayecto imposible… Sólo había una forma de escapar a sus malos tratos.
Cogería el camino del bosque. Era un poco más largo, y no lo había seguido nunca. La gente decía que estaba embrujado. Que, una vez, a un joven se le apareció la silueta de una mujer y, a la siguiente visita, desapareció.
Pero no me daba miedo; al contrario: sentía fascinación. Así que me adentré. Crucé la línea que separaba mi vida de una irrealidad.
Al principio, tal vez tuve miedo. Me abrazaba a mis propios brazos, e intentaba que el cabello pelirrojo me tapase la cara para darme calor. Después, me solté de mis propias extremidades para agarrar la bandolera negra que colgaba de mi hombro derecho. Sabía que sólo bastaba con seguir en camino de piedra. Así que, me limité a hacerlo como una buena niña.
Llegué a un puente. Me asomé, y olí el buen aroma del agua fresca. Pura. Recuerdo que inspiré hondo, y que luego miré hacia mi derecha. Mis manos seguían apoyadas en la barandilla de madera del puente, pero no dudé en echar un vistazo a lo que tenía a mi lado.
Era una silueta. Una sombra de cabellos alborotados que volaba hacia mí. Me asusté, no lo niego; en cambio, no retrocedí. Mantuve la vista fija en la mujer.
-¿Quién eres?- Me atreví a preguntar, y la mujer contestó:
-Soy el río que corre bajo tus pies. La madera que pisas. Los árboles con los que sueñas mientras los miras desde tu ventana. Soy tú. Soy el aire que respiras, las flores que olfateas…
-No comprendo.
-¿No comprendes? Sólo yo puedo dar la vida, y luego robarla. Sin mí, nada seguiría existiendo. Soy la naturaleza en sí, pequeña Petra. Yo soy la vida.
-Eres… ¿Un fantasma?
-Soy el fantasma de la historia, la guardiana del presente. Proveedora del futuro. Pero hay gente que no lo comprende. En verdad, pocos lo hacen, y por eso reservo un hueco para ellos, aquí, donde los humanos tenéis el corazón. Yo soy la casa de todos aquellos que piensan que soy realmente yo. Si no lo saben, sus almas están condenadas.
Y ya no habló. Me quedé expectante, a la deriva en un océano de sensaciones y emociones a los que no podía dar descanso.
Suspiré, y bajé del puente.
Allí, el agua galopaba, indomable, entre su cauce. Me acerqué al lecho del río, y me senté. Ya no me importaba nada. Había encontrado consuelo. Amparo.
Había encontrado al espíritu del bosque. A la naturaleza.
Y así, los días siguieron transcurriendo.
Aún hoy sigo sentada bajo el puente, recostada entre las rocas y los junquillos, mientras sostengo un libro entre las manos. Es mi sitio privado. Un área en la que sólo puedo entrar yo, porque soy la única que conoce el secreto.
Y, de pronto, oigo pasos. Me asusto. ¿Se habrá atrevido a entrar alguien al bosque? Ni siquiera mis padres saben lo que hago por las tardes. Jamás me dejarían volver a salir sola si descubriesen que vengo aquí.
Por eso me sorprendo bastante al comprobar que la personilla viste mi mismo uniforme. Agacha la cabeza, y lo retrocedo.
-Hola.-Saluda él. ¿Qué diantres está haciendo ÉL aquí? No debería haber entrado. El bosque ya no es seguro para mí. Nadie se atrevería jamás a realizar tal proeza, entonces… ¿Por qué lo ha hecho?
-¿Qué haces aquí, Esteban?-Le digo yo, desdeñosa.
-He venido a verte.
-¿A… verme? Significa eso que…
-…Que, desde preescolar, sé que vienes a este sitio. Y no alcanzo a comprender por qué.
-Vengo en busca de refugio. De soledad.-Susurro, pero él no se da por aludido, baja del puente, y se sienta a mi lado.
-Fue por mi culpa. Por eso la chica más guapa de la clase es una completa antisocial, ¿no?
-Qué más te da.
Pero él se pone serio, y me mira con sus ojos marrones como si fuese la primera vez. Ahora me asusto de veras, y quedo algo intimidada.
-Petra, yo… Quisiera saber por qué te refugias aquí. Las chicas de nuestra edad suelen ir con sus amigas, contarse cosas… Pero tú, tú… Eres diferente. Y quisiera saber tu secreto.
-No lo entenderías.
-Puedo intentarlo.
-Será inútil.
-Nada es inútil cuando el esfuerzo no es en vano, sino por una buena causa.
Así que callo, y pienso en aquél chiquillo que me estiraba de las coletas. Reconozco que ha cambiado. Que ahora es un muchacho de quince años bien parecido, que nunca se ha vuelto a meter conmigo, y que ahora me mira con desesperación. ¿Seré capaz? ¿Capaz de enseñar a amar a mi enemigo?
-Tal vez te ayude.-Respondo.-Pero tienes que prometerme que nunca dejarás de luchar por su causa.-Y me callo, para no volver a hablar. Sopla el viento, atardece. Y los dos nos quedamos contemplando el crepúsculo. El crepúsculo del día, del cielo; de su vida. Y su nuevo amanecer.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Nuestras primeras palabras

¡Hola! Bienvenidos a Verbum Nostrum. Primero quisiera hacer una pequeña presentación... Lo cierto es que este es el primer blog que escribo, y estoy tan ilusionada como nerviosa. Al principio me daba vértigo escribir la primera entrada, pero luego me dije... Caramba, ¡tendré que empezar por algún sitio! Primero añadir que soy una valenciana de 14 años, amante de la literatura y de la historia.

Quisiera decir a todo el que me lea que este espacio va a estar dedicado a las palabras. A NUESTRAS PALABRAS, es decir, Verbum Nostrum. Las palabras son las que construyen la historia, las que dictan sentencia... Las palabras las respiramos, las soñamos... Las recordamos con afecto o las imaginamos con ilusión. Las palabras son los pilares de nuestra existencia. Lo que nos diferencia del resto de los seres vivos. Ellas nos dan capacidad para comunicarnos... ¡Para imprimir huella en la historia! Sí...
¿Quién diría que podían ser tan importantes? Tan vitales para nuestra propia vida. 
Las palabras lo comprenden todo: desde decirle a nuestro amigo que lo apreciamos, hasta contar hermosas leyendas sobre duendes y ninfas. También construyen nuestras memorias, imprimen nuestros logros en las hojas de papel. 
Ahora, piensa durante unos segundos lo que cambiaría tu vida si no existieran las palabras...
No podrías leer tus novelas favoritas, ni siquiera existirían. La historia, esos grandes logros que hicieron la sociedad tal y como la conocemos, ¿cómo los conoceríamos? No habría nada. 
Nada.

Por eso pienso que son tan importantes. Porque dejan una marca impresa... La de aquél que las escribe. Gracias a ellas tú podrás ser recordado... ¡Ser leyenda! Y tal vez yo, de algún modo, imprima mi marca y sea recordada.


Siento haber sido tan pesada, pero es que necesitaba decir lo que sentía. ¡Las palabras me tienen enamorada! ¿A vosotros no? Por eso pienso jugar con ellas, entrelazarlas y unirlas para que se conviertan en un texto del que nos podamos sentir orgullosos algún día.
En este blog voy a escribir sobre las palabras... ¿Qué? ¿Que es un poco abstracta la idea? Si quieres te digo que voy a hacer resañas de libros, escribir relatos y hablar sobre la historia y la literatura antigua... Pero así no quedaría tan bonito, ¿no crees? Es mejor imaginar que aquí se mezclarán con maestría los tabiques de la historia.
Y que pronto, gracias a esos textos, habrá una nueva leyenda.

Bienvenido a mi blog, queridísimo amante de las palabras.