domingo, 23 de octubre de 2011

Hagamos un pacto...

...No nos abandonaremos nunca. Siempre estaremos ahí. Seremos uña y carne. Nos reiremos de nuestras idioteces. Nos sentiremos como hermanos. Nos apoyaremos en lo difícil. Nos abrazaremos cuando nos hundamos en la melancolía. Nos llamaremos por nuestros nombres, y por nuestros motes en secreto. Nos querremos tanto que nos dolerá si nos perdemos. Intentaremos que nuestros caminos nunca se separen. Y cuando ya hayamos estirado toda nuestra juventud, y tengamos familia, hijos y una vida más allá de la adolescencia... nunca estaremos lejos. Siempre cerca. Nunca distantes. Quedaremos todos los meses en el café para volver a rememorar los momentos vividos. Y cuando caminemos con bastón, pasearemos juntos por el camino de hojas marchitas, recordando que hubo un momento en el que nos quisimos tanto que hicimos este pacto.