lunes, 30 de septiembre de 2013

My guardian angel

Hay momentos en la vida en los que te sientes sola aún estando acompañada. En los que crees que no volverás a renacer, hagas lo que hagas.
Y entonces, como por arte de magia, llega la salvación, y un ángel te toca con su gracia. Vuelves a poder respirar, y sientes que no vale la pena llorar sobre tu almohada...
Todavía queda mucho por vivir, y mucho que compartir, porque no estás sola: nunca lo has estado. Siempre que ese ángel de la guarda esté presente, nunca lo estarás.
Porque, de eso se trata: de guardar la soledad bajo llave y no dejarla escapar; de que nos ayudemos mutuamente a... a aprender a vivir. Se trata de saber amar, de saber compartir. Y de soñar con que algún día, tal vez, lleguemos a saber ser felices.