sábado, 31 de diciembre de 2011

Otro año se va

Querido año 2011:
Hoy, te escribo esta carta para demostrarte que te voy a echar de menos.
El tiempo es lo único que no nos sobra a los seres vivos, y los recuerdos, algo que no nos hace olvidarlo, pues sabemos que lo que ha pasado jamás volverá a ser igual. Nunca volveremos a sentir lo mismo que sentimos cuando vimos aquella sonrisa, aquella mirada, aquel gesto... No volveremos a decir las mismas palabras, no volveremos a mantener una conversación igual. Y da pena.
Da pena el hecho de no volver a bailar el mismo baile; ese que nos hizo sentir tantas cosas, tal vez contradictorias, tal vez hermosas, tal vez confusas...
Es una lástima saber que nunca se volverá a producir ese encontronazo, que esa carcajada sólo existirá en tu recuerdo, y que ese sutil beso en la mejilla, el cual te hizo pensar en él casi un mes entero, sólo quedará en tu pensamiento.
El tiempo... enemigo de la humanidad; sólo eres una palabra que nos demuestra que no viviremos para siempre; que envejecemos; que te necesitamos. Sólo eres un término para designar lo que nos impide ser eternos.
El tiempo sigue su camino y está a punto de finalizar el año 2011 de nuestra era. Nunca entenderemos la concreta razón por la que vivimos ahora, ni por qué vivimos con las personas que queremos... ni por qué queremos a las personas con las que nos ha tocado coincidir en este pequeño lapso de tiempo. Pero así es. Nos enamoramos de la gente por ser como es, pero en realidad, nunca nos paramos a pensar que es una coincidencia enorme el haber convergido con esa persona; sólo por eso ya debería ser una persona especial para nosotros.
Querido año 2011, aunque esté en discordia con lo que te hace existir, te diré que, entre tus brazos, he conseguido enamorarme... enamorarme de la vida. Quiero ser mejor persona, porque he tenido el placer de coincidir con las mejores personas de mi época, y me gustaría estar a su altura. Quisiera darte las gracias por haberme regalado a las personas que he conocido este año, porque algunas de ellas son muy importantes ya para mí. También decirte que te vas, pero que en el fondo no lo harás, puesto que te quedarás en nuestra memoria hasta que ya no haya nadie que haya vivido en tu tiempo. Y aun así, tras años y siglos, habrás dejado tu huella en el cruel tiempo: arrebatador de echos y vivencias, enemigo acérrimo de la vida, línea recta que nos mantienes presos en sus lindes...
Tiempo, sigue tu camino, déjanos a nosotros hacer. No te inmiscuyas en los asuntos de los mortales. Tiempo, que parece que te dejemos atrás y, en realidad, eres más que lo que podríamos imaginar. Tiempo, has creado el 2011 y te lo llevas; en tu seno he amado, odiado, reído, llorado, sentido, extrañado, he muerto y resucitado.
Tiempo, haz que tengamos años igual de entrañables como el que se va.