domingo, 29 de enero de 2012

¿Cómo se mide la amistad?

La amistad se mide por cada sonrisa regalada, por cada mirada cómplice, por cada caricia espontánea, por cada abrazo dado, por cada apretón recibido, por cada secreto guardado, por cada lucha acabada en risas, por cada ayuda prestada, por cada llanto consolado... por cada momento a solas, descubriendo que no sois tan distintos, y por cada sonrisa esbozada tras sentir que sois iguales.
La amistad pura, única, sincera y verdadera cuesta mucho trabajo encontrarla, sin embargo, es un premio por el que se debe estar dispuesto a luchar. Esa amistad, la que te hace reír y seca tus lágrimas... la que te coge, en privado, y te abraza con fuerza para protegerte de todo mal... esa en la que encontramos siempre una mano que aferra la nuestra, un beso en la mejilla, unas ideas comunes, unos pasatiempos similares... esa amistad, es digna de conservarla, mantenerla y cuidarla, como ella hace con nosotros.
Esa amistad es la que te obliga a estar constantemente pensando en decirle "te quiero", de la que nunca te separas (o, por lo menos, esa es la idea), y cuando estáis lejos, tus pensamientos van, directamente, a esa persona, porque te preocupas por ella.
Los amigos, dos almas en cuerpos diferentes; almas gemelas. Tesoros; las joyas de tu alma. Tu apoyo incondicional.
Tus seres queridos.